jueves, 18 de abril de 2013

La Ética en los contenidos mediáticos


Escrito basado en el texto "La Ética en los contenidos mediáticos"



El gobierno, tiene una función informativa, que garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, así mismo como la de informar y recibir información; esta función es pública y se presta igualmente como un servicio público, es decir, es un deber que le corresponde garantizarlo al gobierno (al menos en Colombia), pero que delega en particulares, o sea, en terceras personas que manejan la información.
La actividad informativa que está a cargo de los particulares, debe ser prestada por personas cualificadas para realizar dicha labor, pues la información desde sus principios debe ser veraz, imparcial y oportuna, como lo expresa el Artículo 20 de la Constitución Política de Colombia. Está información debe cumplir las características mencionadas anteriormente, pues, esto implica que el individuo sea parte de la realización del Estado Social de Derecho, que sea democrático, participativo y pluralista, ya que una sociedad que está bien informada sobre lo que acontece en su diario vivir, es una sociedad capaz de tomar decisiones y que puede llevar a cabo la realización de sus integrantes como individuos dentro de una sociedad.

Teniendo en claro la función informativa y los principios que rigen la libertad de expresión en nuestro país, y según lo que se da a entender en el texto “La Ética en los contenidos mediáticos”, escrito por Ana Cristina Aristizabal Uribe, los comunicadores o sujetos cualificados están haciendo que la información en los medios masivos de comunicación deje de ser un servicio que se presta al interés público que busca formar e informar a la personas, para llegar a convertirse en un poder que se está enfocando casi exclusivamente en la función de entretenimiento de los medios, donde la desinformación y la manipulación informativa son constantes.

Los medios masivos, como la radio, la prensa, la televisión, la Internet, entre otros, son en su conjunto el denominado “cuarto poder”, donde los medios no se limitan a reflejar la opinión pública, sino que puede crear esa misma opinión pública, manipulando la información que los individuos reciben y generando en ellos intereses que influyen de manera indirecta y sutil, que pretenden transformar al hombre sin atacar directamente su voluntad o su libertad. Aquí en ocasiones se trata al espectador como una masa, a quien se le habla con un lenguaje sencillo, informal y apoyándose en discursos con abundantes ejemplos, anécdotas y humor, tomando al mismo como una masa despersonalizada aprovechándose del mismo para dirigirlo en beneficio de su búsqueda de poder.
En el mundo que estamos, dominado por las grandes multinacionales y los monopolios que manejan los medios de comunicación, se empieza a notar como estas, dejan a un lado el carácter social de la comunicación, en la que la persona es el principio y fin de los contenidos, y se llega a lo que se conoce como “la cosificación de las personas”; que consiste, en convertir a las personas en cosas y al no tratarlas conforme a la dignidad que merece el ser humano pasan a convertirse en un medio, que solo es valorado en términos de utilidad.

Para volver a los comienzos y darle a la persona el lugar que se merece en los medios, aparece el personalismo, una corriente filosófica que pone el énfasis en la persona y considera al hombre como un ser subsistente y autónomo, esencialmente social y comunitario, es decir, un ser libre, trascendente y con un valor en sí mismo que le impide convertirse en un objeto como tal. Un ser moral, capaz de definirse a sí mismo considerando siempre la naturaleza que le determina. Esta corriente tiene un defensor, exponente y fundador llamado Emmanuel Mounier, que aunque para el momento de su muerte, éste no se había percatado que el personalismo debería ser tomado como parte no solo de la economía, la política, la cultura y demás, sino también involucrar a los medios de comunicación, pues ellos son los encargados de mantener informada a la sociedad. Aquí el concepto de persona, toma una vital importancia, ya que dependiendo de lo que los medios crean o piensen que es una persona, los mismos, actuarán para tratarla como piensan en sus contenidos.

Al contrario de la convicción que tenía Marx de que el hombre es unicamente cuerpo, Mounier, cree en que la persona es una unidad entre cuerpo y espíritu, y esto se ve reflejado en sus planteamientos para desarrollar una sociedad personalista, donde es claramente importante la empatía, el desinterés y la fidelidad hacia la propia persona. Este planteamiento, sirve como base para que los medios masivos, y quienes hacen parte de la cadena de producción en los medios, tomen conciencia acerca del poder que tienen, y de cómo influencian los mismos en la vida de las personas, pues, sus contenidos pueden repercutir negativa o positivamente entre los miembros de una sociedad y esto se ve reflejado en los constructos que tienen sobre lo que es una persona quienes se ven influenciados por los medios.
Ahora bien, el personalismo debe tenerse en cuenta, pues las personas somos fines y nunca medios, es por esto que las profesiones, instituciones e incluso el estado debe tener como fin último a la persona, para garantizarle una calidad de vida en el mundo de su existencia.
Cada vez es más común ver pantallas o dispositivos que mantienen a las personas en contacto con el mundo; un accidente en otra parte del mundo es llevado a nosotros por los medios de comunicación en cuestión de segundos. Estamos conectados todo el tiempo a lo que pasa a nuestro alrededor, pero, así mismo como los medios  informan y nos acompañan casi que las 24 horas del día, también es claro que una de sus funciones es entretenernos, y allí es donde nos vemos reflejados, el personalismo trata al hombre como un ser consciente de que es parte de un todo, es decir, que desarrolla plenamente sus potencialidades en comunidad, y lo que vea dicha persona en los medios va a influir en las creencias u opiniones que cada persona se va generando en su mente acerca de lo que es una sociedad de cómo nos estamos formando como ciudadanos. Ésto debe iniciar desde la primera infancia, allí es donde en el niño empieza a crear su personalidad, su autoestima, y su autoimagen, a comprender los valores que rigen una sociedad, y a entender que hace parte de un mundo, del cual él responsable y en el que se pueda sentir libre.


El entorno en el cual los niños de nuestro tiempo se mueven, está rodeado por medios de comunicación, y de este entorno el niño comprenderá en parte cómo funciona una sociedad, con jerarquías sociales, culturales y políticas que forman en su cabeza el cómo debe comportarse, a quién debe seguir y cual es su pensamiento. Por esto es importante que la educación siempre tenga un espacio en los medios, pues éstos, son formadores de ciudadanos.


Los medios deben generar contenidos que aboguen por la promoción de comportamientos éticos en las personas, desde su infancia hasta su adultez y madurez, dejando a un lado la objetivización de las mismas y teniendo en cuenta que como lo dice el texto, el ser humano “no sólo es un cuerpo biológico, no sólo es una mente que piensa, no sólo es un espíritu que trasciende, no sólo es un alma que siente” es gracias a estas posibilidades que el hombre se convierte en una persona que gracias a sus experiencias y vivencias puede hallar su vocación, por eso es importante que los medios presenten contenidos en donde se recalque la importancia del crecimiento personal, la educación, y el logro de metas, teniendo en cuenta que la sociedad está conformada por todas las personas, y que YO hago parte de la misma, para inculcarles que todo crecimiento debe estar centrado en el carácter comunitario de la persona, y que sin el otro yo jamás podré existir.



No hay comentarios :

Publicar un comentario